Súria es una
pequeña localidad de apenas 6.000 habitantes de la provincia de Barcelona, a
unos 15 km de Manresa, encuadrada dentro de la comarca del Bages. En la época
romana era conocida como Sorisa, que significa blanco, debido a las numerosas minas
de sal de la zona. A día de hoy Súria es más famosa por ser una auténtica mina
de oro para los amantes de la cerveza artesanal, y de ello tiene la culpa uno
de sus más ilustres vecinos, Aran León, fundador de Cerveses La Pirata.
Todo comenzó
hace cerca de 20 años cuando Aran estudiaba en Granada con una beca Séneca. Ahí
coincidió con Jordi Llebaria, actual maestro cervecero de Cervesa del Montseny,
quien le introdujo en el mundillo del homebrewing, momento en el que le empezó
a picar la curiosidad por la cerveza artesana. De vuelta a casa, comenzó a
fabricar sus propias recetas en la cocina y el garaje junto a su hermano Eric,
al que también introdujo en esta afición.
A partir del
año 2012, precisamente esa afición se hizo un poco más profesional y los
hermanos León pasaron de la fabricación casera a ser nómadas o gypsy Brewers.
Es decir, llevaban sus recetas a fábricas ya establecidas para elaborarlas ahí
con maquinaria profesional, y no con unas ollas en casa. Así, Aran y Eric
produjeron su primer lote de Viakrucis en la fábrica de Guineu en Valls de
Torroella (Barcelona). Fue su primer gran éxito, y durante los siguientes años
siguieron con esta metodología, fabricando donde podían o donde les dejaban,
aprendiendo a usar diferentes equipos técnicos, conociendo diferentes formas de
trabajar, y básicamente ganando experiencia.
Llegados a
2015 era el momento de tomar una decisión importante. Profesionalizarse aún más
o seguir por el mismo camino. Eric decidió perseguir otros objetivos personales
y profesionales mientras que Aran tiró hacia adelante con su sueño y estableció
su propia fábrica en Súria.
El nivel que
han alcanzado es tal que ya colaboran con cerveceras del prestigio como De
Molen, Les Trois Mousquetaires, Against The Grain, Kaapse, Austmann, Dry &
Bitter, Brew by Numbers, Brussels Beer Project, Mad Brewing, Naparbier, Laugar,
Garage Beer o Green Street.
Desde
entonces hasta ahora, La Pirata se ha convertido en una de las mejores micro
cervecerías españolas, alzándose, por ejemplo, con el premio a la mejor
cervecera de 2019 en el Barcelona Beer Challenge de ese año, y estableciendo su
propio bar en Madrid, La Pirata de Malasaña.
Una de esas
cervezas de etiqueta con trasfondo sociológico es esta ¡Ay, Carmela!, una
potentísima Doble IPA o Imperial IPA con una nada desdeñable graduación
alcohólica del 9,3% y un elevado amargor cuantificado en 110 IBUs. Lejos de
detalles organolépticos, en su etiqueta podemos encontrar esta descripción:
“Esta DIPA es un homenaje a esas mujeres valientes que anónimamente dan su
corazón donde sólo hay bombas. Carmela, estés donde estés!”.
Premios
Mejor
cervecera de 2019 en el Barcelona Beer Challenge
La Pirata
¡Ay Carmela!
Estilo: IPA
- Imperial
Graduación: 9,3%
Calorías: 279
por 355ml
IBU: 110
Ingredientes:
Agua, Maltas: Extra Pale & Crystal T50, Lúpulos: Summit, Citra & Simcoe
y levadura.
Elaborada: La
Pirata Cervesa Artesana.
Temperatura
de degustación: +/-7ºC a 10 ºC
Comprada: Tienda
Labirratorium, Madrid.
Cerveza de
color ámbar con una buena cabeza espumosa de color blanca y una buena retención.
Aroma a
malta, caramelo, lúpulo y frutas cítricas como el pomelo.
Sabor afrutado,
malteado con un final amargo, nota de alcohol, muy dulce y resinoso, cuerpo
medio y carbonatación suave.
Una IPA
imperial con carácter, fuerte tanto en lúpulos como en maltas y con una
complejidad inusual. Me gusta.