Bodegraven
es una pequeña ciudad de los Países Bajos, perteneciente a la provincia de la
Holanda Meridional, a mitad de Camino entre Utrecht y Rotterdam, y muy cerca de
la ciudad de Gouda, famosa por la producción del queso del mismo nombre. Por
ella discurre el río Oud Rijn, una de las muchas ramificaciones del Rin,
dejando a su paso un paisaje de lo más pintoresco coronado por un antiguo
molino que se alza sobre las demás edificaciones del cauce.
Ese molino
construido a finales del siglo XVII que recibe el nombre de De Arkduif, algo
así como la paloma del arca en castellano, no solo se ha convertido en el icono
de la ciudad sino también de la cerveza artesanal holandesa, pues desde 2004 es
el hogar de una de las cerveceras más importantes de los Países Bajos. Porque
ese fue el emblemático lugar escogido por Menno Olivier para comenzar un nuevo
proyecto cervecero tras muchos años de experiencia como Brew master, y el
nombre del mismo por razones obvias no podía ser otro que De Molen - El Molino.
Quince años
después, De Arkduif sigue siendo el máximo exponente de Brouwerij De Molen,
aunque la gran mayoría de la fabricación se ha trasladado a unas instalaciones
cercanas que les permiten cumplir con la alta demanda de estas cervezas. El
antiguo molino se ha convertido en el Brouwcafé De Molen, un restaurante
temático que gira en torno a la cerveza, con 20 grifos, y donde se siguen
elaborando pequeños lotes que se pueden degustar in situ junto con una larga
lista de botellas de la marca y diferentes maridajes.
Además,
desde hace algo más de 10 años, De Molen también es la responsable de organizar
uno de los festivales de cerveza más significativos del norte de Europa,
Borefts Beer Festival, que se suele celebrar cada año a finales de septiembre,
contando con la participación de algunas de las mejores cerveceras del mundo,
Pero si hay
algo por lo que matiza De Molen, además de su mitológico molino y su festival
cervecero, es por su carácter experimental y por su altísima calidad. Los
chicos de Bodegraven se atreven con prácticamente cualquier estilo, desde Ipa
a Barley Wines, aunque a lo largo de los años se han especializado sobre todo
en cervezas de gran potencia, normalmente negras o ahumadas.
En total son
unos 11.000 hectolitros anuales lo que producen, de los cuales aproximadamente
el 60% se exporta a 30 países de todo el mundo, entre los que afortunadamente
se encuentra España. Pero obviamente no todo se trata de cantidad sino también
de calidad, y de eso no andan faltos en De Molen. De hecho, las referencias de
la cervecería del molino son habituales en las listas de mejores cervezas del
mundo elaboradas por diferentes webs especializadas y la propia de De Molen
figura a menudo en el top 10 de cervecerías a nivel mundial.
Y de entra
esas referencias de mayor éxito, nos sentimos obligados a mencionar la que es
su Imperial Stout que más y mejor vende, todo un buque insignia para la marca.
Hel & Verdoemenis, que podríamos traducir del neerlandés como Infierno y
Condenación, es una cerveza negra de estilo Russian Imperial Stout, imposible
que deje indiferente a nadie. Una cerveza densa, cremosa, compleja y con mucho
cuerpo.
Premios
Festival de
la cerveza y el whisky de Estocolmo 2008: medalla de oro en la categoría 8% y
superior
Festival de
la Cerveza de Italia 2008: Primo Classificato
RateBeer
Best 2009: Hel & Verdoemenis es la única cerveza holandesa en el
prestigioso RateBeer Top 100 anual (puesto 70)
Festival de
la cerveza y el whisky de Estocolmo 2009: medalla de plata en la categoría de
stout, oro para Rasputín, también de De Molen
De Molen
Hel & Verdoemenis (Infierno y condenación)
Estilo: Imperial
Stout Russian
Graduación:
10,2 %
Amargor: 102
IBU
Calorías: 300
cal por 355ml
Ingredientes:
Agua, Maltas de cebada, Pale, Chocolate, Roasted, Brown y Caramel. Lúpulos Saaz
y Premiant.
Fabricada
por: Brouwerij De Molen
Temperatura
de consumo: +/- 10ºC -12 ºC
Adquirida:
Bar Venuska, Calle San Valerio, 12. Ponferrada.
Cerveza de
color negro intenso con una espuma beige mediana y cremosa, mayormente
duradera.
Aroma a
malta tostada, con un intenso carácter torrefacto a café y cacao, con matices
de vainilla, fruta pasa y regaliz.
Sabor dulce,
muy tostado, inmediatamente cálida al paladar, con detalles a lúpulo, chocolate
negro amargo y regaliz. Compleja y sabrosa. Lúpulos amargos en el final. De
cuerpo medio a pleno con carbonatación suave.
Una cerveza
excepcionalmente buena.
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