domingo, 7 de septiembre de 2025

Basqueland Alvin. España

 

Basqueland Brewing Project es una fábrica de cerveza artesanal creada por tres americanos con sede en Hernani, provincia de Guipúzcoa, perteneciente a la comarca de San Sebastián, en la comunidad autónoma del País Vasco.

Se fundo en el año 2015.

El primero en llegar fue Kevin Patricio (Maryland, Baltimore, 26 de agosto de 1975), que aterrizó en San Sebastián por asuntos del corazón tras pasar unos cuantos años trabajando como cocinero en Nueva York, decidió abrir un local de naturaleza versátil a medio camino entre un restaurante y una coctelería-lounge, inaugurando La Madame en el año 2011.

Ya en el papel de restaurador, el perspicaz Patricio echó en falta una oferta cervecera más extensa para saciar la sed de su público. Al contrario de lo que sucede en su país, en Euskadi no existían muchas elecciones a las marcas industriales más conocidas, se lanzó a la aventura de crear su propia marca. Fue el nacimiento de Basqueland Brewing Project.

Así se sumó al proyecto Benjamín Matz (17 de noviembre de 1979), maestro cervecero originario de San Diego, California, cuna del boom del craft-beer en EE. UU. A pesar de su juvenil estilo de surfeo, Matz cuenta con más de 16 años de experiencia en el sector y ha trabajado en algunas de las cervecerías artesanas de mayor prestigio en su país, como Port Brewing y Stone Brewing. Una de sus últimas aspiraciones ha sido la puesta en marcha de Wendlandt Brewery, en Ensenada, Baja California, que en 2015 fue elegida Mejor Cervecería Artesanal de México.

Para producir sus primeras cervezas, los socios de Basqueland Brewing Project arrendaron unas modestas instalaciones en La Rioja. Los cinco palés (16.000 litros) que sacaron para testar el mercado se acabaron en pocos días, de modo que Matz y Patricio decidieron ir más lejos, uniendo un tercer socio - Benjamín Rozzi (Akron, Ohio, 15 de junio de 1980), también estadounidense, responsable comercial de la empresa.

Las nuevas instalaciones de Basqueland Brewing Project que en 2016 producirán unos 160.000 litros son la guinda que corona el éxito de una nueva marca que, en apenas cuatro años, ha conseguido situar sus cervezas en todos los restaurantes tres estrellas por Michelin en Euskadi y cuya fama comienza a superar las fronteras del País Vasco: la compañía ya dispone de comercialización en Barcelona, acaba de aterrizar en Madrid e incluso se ha abierto un hueco en los proveedores de exportación, situando sus cervezas en países con larga tradición en la elaboración de esta bebida, como son Reino Unido, Francia y Noruega.

Buena parte de esta rápida proyección se debe también al papel que están teniendo las cervezas de Basqueland Brewing Project en los grandes concursos internacionales.

Basqueland Alvin es el año en que rende homenaje a 10 cervezas icónicas de Basqueland, su décimo aniversario en 2025, sumérgete en los sabores de la vieja escuela: Imperial Pastry Stout, un auténtico submarino de placer. En 1966 la Fuerza Aérea de los Estados Unidos dejo caer “por accidente” una bomba de hidrógeno sobre las costas españolas. La bomba no estalló (¡menos mal!), pero ¿Cómo podían recuperarla sin que estallase? Fueron los mismos americanos quienes desarrollaron un submarino al que llamaron Alvin, que se ocuparía de recuperar la bomba evitando una catástrofe.

Alvin se elabora con hasta ocho maltas diferentes, donde las notas torrefactas son protagonistas. Enriquecida con cacao en Whirlpool y acondicionada con granos de café y vainilla en BBT justo antes de zarpar.

 

Basqueland Alvin

Estilo: Imperial Pastry Stout

Graduación: 12%

Amargor:  IBU N/A

Ingredientes: Agua, Malta de cebada, avena, Café, Lúpulo, Levadura, cacao en polvo, vainilla, CO2. Contiene gluten.

Fabricada por: Basqueland Brewing Project

Temperatura de consumo: +/- 10 ºC a 12ºC.

Adquirida: Bar Venuska, Calle San Valerio, 12. Ponferrada.

 


 


Cerveza de color negro con una buena cabeza de color canela oscura cremosa con una retención que se desvanece lentamente.

Aroma a malta tostada, café, caramelo, chocolate, vainilla y lúpulo.

Sabor a maltas tostada, caramelo, grano de café con notas de vainilla y su toque de alcohol, bastante sabrosa con un final intenso de grano de café, amargor y su toque suave al final de cacao, chocolate y crema de vainilla. Cuerpo medio y carbonatación media. Levemente cremosa en boca, baja con delicadeza y deja un final bastante pegajoso. Deja un buen amargor. Es verdaderamente muy bueno, fácil de beber, muy recomendable.

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